La Catedral se sitúa en la Gran Vía en pleno centro de Granada, está considerada como la primera iglesia renacentista de España. Fundada el 21 de mayo de 1492 por voluntad de los Reyes Católicos, fue proyectada en 1505 por los mismos maestros que la Capilla Real, comenzándose las obras en 1518 conforme al modelo gótico de la catedral de Toledo. La inmensa catedral de Granada marcó desde el segundo tercio del s. XVI el camino ejemplar de todas las nuevas iglesias metropolitanas que tras ella se elevaron. En 1518 las obras fueron encomendadas al arquitecto Diego de Siloé, que creó la fórmula de adaptación a las dimensiones y plantas anteriores, diseñó una nueva traza del templo, de estilo renacimiento español, concluyéndose en 1704. Diego de Siloé consiguió convencer al Emperador Carlos V de las posibilidades de vivir la espiritualidad cristiana dentro de una arquitectura pagana, heredada de griegos y romanos.
La fachada principal, es una magistral obra barroca trazada por Alonso Cano en 1667, que la organiza en tres espectaculares arcos con casetones que recuerdan los de la capilla mayor e, incluso, los arcos de triunfo romanos. De las dos torres proyectadas por Siloé, solo se inició la construcción de una, quedándose en 57 metros de alto en lugar de los 81 previstos, Fue Felipe II quien, ante los terremotos frecuentes en la zona tan conocidamente sísmica, mandó detener las obras de dicha torre. En la fachada que da a calle Cárcel encontramos dos puertas, destacando la del Perdón, obra escultórica maestra de Siloé. En cuanto al interior del templo, de estilo renacentista, alzado sobre planta gótica, de cinco naves, destaca la Capilla Mayor, una de las obras más bellas y atrevidas de la arquitectura universal en la que se encuentran las estatuas orantes de los Reyes Católicos. Los muros altos están decorados con vidrieras muy bellas, algunas traídas de Flandes. En la Sacristía, el principal tesoro es un Crucifijo de tamaño natural de Martínez Montañes, y bajo él se guarda una de las más preciadas joyas del arte español: la Inmaculada, pequeña escultura barroca granadina realizada en 1656 por Alonso Cano.
Capilla Real
La Capilla Real, el maestro Enrique Egas fue el encargado de hacer el proyecto al mismo tiempo que el de la catedral de Granada. La construcción de esta capilla se realizó entre 1506 y 1517, llevándose a buen ritmo ya que estaría dedicada a panteón real según deseos de Carlos V. La capilla presenta una arquitectura sencilla que enlaza con el tipo de iglesia de una sola nave con ábside poligonal y coro elevado sobre los pies del templo. En un primer momento, don Fernando exigió un austero diseño que sería contrarrestado con la rica decoración que había pensado su nieto. Los restos mortales de doña Isabel y don Fernando se trasladaron aquí en 1521, labrando el escultor Domenico Fancelli un exquisito cenotafio en mármol de Carrara, en el que aparecen los monarcas yacentes sobre un lecho, como si de un túmulo exento se tratara, con decoradas paredes en talud. Dependiente de los modelos post-donatellianos ensayados previamente en el sepulcro del Infante don Juan, el monumento funerario de los Reyes Católicos supone una adaptación en suelo español del tipo de sepulcro codificado por Pollaiuolo en la tumba del pontífice Sixto IV. La serenidad clasicista de los dos yacentes y la reducción de los elementos heráldicos enfatizan el papel de las escenas religiosas y alegóricas flanqueadas por los cuatro grandes grifos de las esquinas. En 1520 se finalizaba la gran reja con el escudo y los emblemas monárquicos, obra del maestro Bartolomé. El altar mayor se debe a Felipe Vigarny, quien lo realizó entre 1520 y 1522, uno de los primeros retablos platerescos, tallado en madera y policromado, con influencias italianizantes en lo que a la arquitectura se refiere. La Capilla se completa con un segundo cenotafio, el de los reyes Juana la Loca y Felipe el Hermoso, encargado por su hijo Carlos V a Bartolomé Ordóñez en 1519, colocándose en el lugar actual en 1603